Visibilizando a las juventudes patriotas de España – Entrevista a José Javier Amar, activista identitario: “La misma ira y rencor de los años treinta siguen vigentes en las mentes de los hijos de la República marxista”
Pese a la brutal aplanadora que la corrección política y el marxismo cultural ejercen sobre la degradada sociedad de nuestro tiempo, las juventudes patriotas de España no son una quimera libresca: existen, reflexionan y preservan con su llama el fuego vivo de la tradición hispánica. En esta entrevista a contracorriente conoceremos a uno de esos jóvenes luchadores en defensa de los derechos históricos de la Madre Patria: nos referimos a José Javier Amar Barcelona, zaragozano, nacionalsindicalista y con una larga trayectoria en el mundo identitario. Simpatizante desde los dieciséis años de edad y luego militante de España 2000, será el delegado de esta entidad en Zaragoza durante el bienio 2013-2014. Fue uno de los fundadores, en 2014, del Hogar Social Zaragoza, el primero en toda España de una fructífera serie, en homenaje al emblemático Casa Pound Italia.
¿Qué significa para ti el nacionalsindicalismo? ¿Cómo lo descubriste?
A mi modo de ver es una de las ideologías más jóvenes y a la vez más revolucionarias de la actualidad. Es un concepto y estilo de vida con el cual duermes y sueñas, te despiertas y vives. Es la realización completa, aunque siempre evolutiva, del patriotismo hispanista. El mundo nuestro que gira en torno a una unidad robusta familiar, a la cual cuidamos y protegemos, a una UNIDAD sindical de trabajadores de nuestro entorno, aunque a veces sintamos soledad para ampliar y defender nuestros derechos, es el lazo que debiera existir fraternal entre trabajadores y empresarios, es la unidad municipal con nuestros más cercanos convivientes, es en resumen el abrazo estrecho y colaborador entre todas las familias, municipios, sindicatos y órganos para la total realización y avance social de la patria española. Todo español y toda organización en comunión con la herencia que debe dejar a sus hijos.
Lo descubrí de la mano de unos militantes de la Falange de Zaragoza. Doctrinal y filosóficamente gracias a los primeros libros políticos que adquirí, que fueron las obras completas de José Antonio. Con los años acabé comprendiendo que la ideología con la que más me identificaba era la nacionalsindicalista; aunque incompleta en algunos aspectos, por el asesinato de todos los principales ideólogos y fundadores, es suficientemente fuerte como para tomarla y continuar con el relevo.
Desde hace unos años estás desarrollando una investigación en torno a la obra literaria de Onésimo Redondo. ¿Qué te llevó a decidirte por esta figura?
Casualmente empecé a conocer acerca del pensamiento de Onésimo, igual que conocí el nacionalsindicalismo, a través de unas obras completas, esta vez con las del Caudillo de Castilla. Anteriormente era un completo desconocido para mí, lo mismo que para muchos falangistas hoy día, es por ello que quise comenzar con un estudio íntegro acerca de su vida y doctrina personal. Onésimo tenía una cosmovisión del mundo hispanista muy profunda, la cual transmitía en sus discursos y sus medios escritos, las palabras las completaba con hechos, él era la avanzadilla nacionalsindicalista antes de JONS y Falange. Me fascinó su forma de amar el mundo rural, la naturaleza, el deporte, la justicia, el riesgo, la violencia, la paz social…. y sobre todo su pensamiento revolucionario, que marcó y levantó a miles de vallisoletanos. Por todo lo anterior quise indagar en los recovecos de la historia toda su obra. Después de dicha investigación mi proyecto futuro, con el viento a favor, sería el sacar a la luz un libro en referencia a la obra de Onésimo Redondo.
¿Qué ideas te gustaría destacar del pensamiento de Onésimo?
En primer lugar recalcar que las ideas expuestas por Redondo son formuladas por un cerebro que cursó estudios universitarios, dominaba el alemán y el latín, y profesaba la abogacía; dichas ideas tenían que llegar para el ciudadano de a pie, personas sencillas de campo, de pueblos y pequeñas ciudades. Su exposición es sencilla, directa, con ímpetu y con una carga intelectual y erudita detrás de cada palabra escrita o dicha.
La idea en la que deben tener estrecho lazo el mundo rural y la idea de Patria es arrolladoramente real y necesaria para aquellos tiempos y más para los nuestros que con tanta naturalidad hemos abandonado. “Que intervenga eficazmente el campo, porque sin la voz de la agricultura todo movimiento colectivo es una agresión al verdadero pueblo”; ó: “El campo es la madre imperecedera de la raza pura, quienes del campo viven son por su pasividad secular los menos responsables de los yerros de la España oficial, y, en cambio, las primeras y constantes víctimas de todo mal gobierno ellos, los campesinos, son los que más derecho tienen a alzar la voz contra todos los culpables de la desviación antinacional del Estado”.
Trabajó duramente y con grandes esfuerzos personales en el funcionamiento de sindicatos locales de labriegos. Fusionó la idea de la justicia con el campesino ahogado por el capitalismo, unió bajo sindicatos antimarxistas a los abandonados por la República marxista mejorando sus derechos y transmitió a todo lo anterior una significación, un motivo por el cual sudar y vivir: la Patria.
Su mentalidad de reunir y engrosar fuerzas junto con españoles de diferente ideología, aunque opuestas en varios sentidos, pero con la similitud de tener en las mentes la idea y defensa de España, esto le llevó a querer acercamientos con grupos patriotas varios, partidos de derechas, partidos monárquicos de la época pasada. Todo fue una cosecha de fracasos para unir en un sólo frente a españoles en defensa de la patria, quizás el error fuera el acercamiento a partidos y no el acercamiento a las bases que en realidad son las menos corrompidas y las únicas que podrían no tener intereses egoístas de grupo. Finalmente se unió al grupo de La Conquista del Estado de Ramiro Ledesma, creando JONS y continuamente con la Falange de José Antonio. Los únicos grupos patriotas sin intereses egoístas partidistas.
Su razonamiento acerca de las riendas a tomar por los camaradas más jóvenes del movimiento, esto es, dar presidencia y control a los comprendidos en edades hasta los 40 años, como así lo reflejó en los estatutos de J.ON.S. junto con Ramiro Ledesma.
“Somos revolucionarios… emprendiendo esta transformación es cuando comenzaremos a recuperar la España en ruinas que nos dejaron nuestros padres, quizá no comprendan nunca nuestra rebelión de hijos aún cuando les digamos que vamos a ser mejores que ellos”. Es un claro reflejo del alma viva del NS, que es la actitud combativa, innovadora y revolucionaria de la juventud; atrás ya dejaron los mayores su tiempo y oportunidad de ser los protagonistas de las líneas escritas de la Historia, somos los jóvenes los que debemos portar esa llama inextinguible del Ideal. Siempre, sin duda, de la mano de aquellos mayores, más expertos en el campo de batalla, que nos aconsejarán y resguardarán de los grandes errores.
Más ideas querría recalcar puesto que Onésimo se destacaba por su pensamiento en cuanto a religión, unión con las Españas de América, la eliminación de todos los partidos políticos, que serían también puntos fuertes de su interior.
¿Son vigentes, todavía hoy, los presupuestos doctrinales de la Falange tal y como los fijaron los padres fundadores?
Sin ninguna duda aquello que dictaron y enseñaron a la población fue vigente y lo sigue siendo hoy día, parecidos estados de degradación cultural, moral, regionalista, laboral… aunque ahora no nos pegan tiros por ofrecer nuestra propaganda, ni el grado de persecución es tan acentuado como en los años treinta (aunque siguen algo de su tradición, ejemplo claro el caso Blanquerna). Tiempos más fáciles que no los aprovechamos, también el grado de adoctrinamiento masivo es colosal con las nuevas tecnologías, el Estado Mundial se ha encargado de vaciar y amoldar las mentes a su dictamen.
La difusión de nuestras ideas conforma un enorme esfuerzo ante las mentes reacias a ideas o posturas que difieren de las oficiales, aunque bien explicadas son las correctas para nuestra sociedad. Todas las ideas doctrinarias son perfectamente aplicables en la sociedad nuestra actual.
¿Qué opinión te merece la reciente –y al decir de juristas autorizados, inconstitucional– Ley de Memoria Democrática?
Una ley que pretende mediante las fuerzas represoras del Estado ocultar y destruir sus propios ensañamientos y matanzas indiscriminadas a personas de diferentes edades, pensamiento y religión, eliminando cualquier rastro de nombres o alusiones a dichos hechos oscuros, el perseguir con multas y encarcelamientos a españoles que incidan verbalmente o de manera escrita con opiniones personales acerca de personalidades o realizaciones sociales de ciertas épocas que no son de agrado institucional, me merece mi más sincero desprecio al igual que una incomprensión absoluta a tal ley, a mi modo de ver, de odio. Claramente se descubre que la misma ira y rencor de los años treinta siguen vigentes en las mentes de los hijos de la República marxista, reincidiendo en los errores que les llevaron primero al caos y después a su propia destrucción. No cejaré en querer la auténtica igualdad entre españoles, libre de rencillas pasadas o actuales: todo el mundo, todas las familias, tienen el derecho de honrar a sus muertos, pues de sus cenizas tenemos que reconstruir: el bien común, el trabajo por el engrandecimiento de la sociedad, los derechos que todos ansiamos tanto en libertad colectiva como en ámbito laboral. Reunidos todos los derechos y libertades que nuestro movimiento pretende, dudo que cualquier persona anarquista, marxista, izquierdista o derechista renegara de tan altos estándares de bienestar.
¿Qué les dirías a las nuevas generaciones –adoctrinadas en el odio a España y el desconocimiento de su Historia– sobre los valores que la doctrina falangista porta y promueve?
Perder el miedo a investigar, a sacar conclusiones vosotros mismos, a cuestionar lo establecido en la sociedad o por el Estado, a tener una conciencia personal. No somos máquinas a las cuales se les mete una programación, somos consciencias infinitas, seres inquietos por alcanzar la sabiduría. Leed las doctrinas y los textos originales del nacionalsindicalismo, pues de esa manera entenderéis cuan profundos son en cuanto a verdad, humildad, perseverancia, amor a la familia más cercana y a todo español no conocido, la realización profesional encaminada hacia los demás como beneficio de la sociedad en lugar del capitalismo, el ofrecimiento de la vida propia a Dios y la cristiandad por ser uno de los pilares de nuestra cultura, el dar nuestro tiempo de manera desinteresada para el beneficio de todos, la rectitud y el coraje de milicia para defender y mantener a nuestra sociedad y su unidad, el desesperado anhelo por dignificar al mundo rural y del campo, el requerimiento de suspender a los partidos políticos egoístas y explotadores del pueblo, la inspiración por ser un pueblo que expanda su cultura al resto de la humanidad por tener conciencia universal, la pasión por una idea grande como lo es la Patria que engloba a todo lo anterior.
Para ir terminando, ¿podrías recomendarnos un libro, una película y una canción con las que te sientas identificado?
Un libro: El Estado Nacional de Onésimo Redondo, editado a título póstumo, sobre su visión del tipo de Estado Nacional-Sindicalista acorde a España. Una película, Rojo y negro (1942), de tiempos difíciles, de amores prohibidos, de revolución… en todo caso una película de grandes rasgos falangistas. Una canción: “Sangre española” del grupo Estirpe Imperial, grupo desaparecido, pero que dejaron canciones que marcaron a las últimas generaciones patriotas.