El milagro del 15 M: de cajera a Ministra
Ni los más optimistas del Movimiento 15 M, pensaban que algunos de sus dirigentes podrían alcanzar la gloria con tanta facilidad. Pero la realidad es que en la España actual, este tipo de milagros está al alcance de cualquier persona decidida, sin escrúpulos y con una buena base de charlatán de feria.
Este es el caso de la sectaria Irene Montero, que de cajera de una cadena de electrodomésticos, la catapultaron a Ministra de Igualdad, ministerio totalmente prescindible, como muchos otros, pero que hubo que crearlos para poder “colocar” a toda la casta de universitarios fracasados metidos a políticos de ocasión, que la nueva coalición de izquierdas exigía.
Y ahora nos encontramos con que la citada Ministra de Igualdad, ha provocado un verdadero cataclismo judicial en España, como nunca antes se había conocido, a cuenta de su ley del “si es si”, demostrando su total falta de preparación y de competencia, a pesar del elevado presupuesto que maneja ese inútil ministerio.
No se conformó con manifestar públicamente y sin ningún recato, diciendo que los niños son libres de “tener relaciones sexuales con quienes les dé la gana, siempre consentidas”, con gran regocijo de todo el colectivo pederasta, que les ha llegado como un anticipo de regalo navideño, sino que ahora ha conseguido que se reduzcan las penas de los que ya estaban fuera de combate, incluso que muchos ya puedan volver a la calle, para que sigan en lo suyo.
Pero lo más triste, es que lejos de reconocer su metedura de pata, de pedir disculpas, o sobre todo, de pedir perdón, se mantiene y se reafirma en su ideario sectario, echándoles ahora la culpa a los jueces.
Tampoco podemos exculpar a los partidos políticos (no olvidar que Ciudadanos votó en su día a favor de esta Ley) y a la ciudadanía española, que ante esta manifiesta atrocidad de la ministra, ya deberían de haber saltado a la calle, para no hacerse acreedores de la ruina moral que está asolando España.
Y por supuesto, he dejado para el final de la cadena de responsables, al presidente de Gobierno, Sánchez, su principal e interesado protector, artífice del actual declive del Estado de Derecho español.
Por eso, es muy lamentable reconocer, que nuestra democracia tiene unas importantes lagunas que habrá que subsanar, exigiendo, por ejemplo, que ya que los partidos no se deciden a nombrar a profesionales independientes para los puestos de gobierno, al menos los políticos elegidos deberían de tener un mínimo de preparación y de experiencia en su tarea. Un país moderno y civilizado como España, no se puede permitir tener por ministro, a una persona cuyo único mérito ha sido ser la pareja-amante temporal de Pablo Iglesias. Será muy guapa, va muy bien vestida (sobre todo desde que la mantiene el erario público), pero es un verdadero espantajo político.