¿El IRA, ETA y el anarquismo español detrás del asesinato de Carrero Blanco? Por Luys Coleto
Entre los muchos intentos para asesinar a Franco, desde luego falangistas incluidos, recordemos al anarquista Octavio Alberola. Planeó asesinarle por primera vez en 1957. Fue en Santillana del Mar. El lugar elegido, el parador. Allí se hospedaba el dictador cuando iba a la zona a pescar salmones. En el siguiente intento, Alberola sí iba a estar más cerca de asesinarle. Ocurrió en el verano de 1962. Se decidió que el lugar para matar a Franco sería uno de los caminos que llevan al palacio de Ayete, la residencia donostiarra en la que Franco pasaba su asueto veraniego. En concreto, en una cuesta próxima al recinto se colocó la bomba: «Se metió el explosivo en una parte de la carretera en la que no había casas cercanas», ha relatado en innumerables ocasiones Octavio Alberola, que ha advertido que la intención era evitar víctimas inocentes.
IRA, ETA, “Wilson”, Alberola…
Se intenta con el número uno. Y, también, con el número dos: Carrero Blanco, mucho más desde su designación como Presidente del Gobierno. Alberola, dizque de nuevo. Y, de fondo, la capital inglesa, Centro Ibérico de Londres. Y dos bandas asesinas: IRA y ETA pululando por allí (además de París, Bruselas y Argel).
Y la presencia por allá de Iñaki Pérez Beotegi, [también Pedro Ignacio Pérez Beotegui], apodado Wilson, memento “comando” Txikia, admitiendo y detallando el magnicidio. Y el IRA proporcionando armas a ETA, además de enseñarle su manejo. Las utilizadas en Claudio Coello, 104, por ejemplo. Y conectándolo todo, Alberola. Aunque el reputado libertario lo niegue.
En fin.
Luys Coleto