El gobierno eliminará las concertinas y la tercera valla de Melilla

Grande-Marlaska defiende estas medidas para conseguir una frontera más segura y "más humana"

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado en el día de hoy que en la valla fronteriza de Melilla, aparte de retirar las concertinas y elevar la altura en las zonas frágiles, como ya anunció en Ceuta hace una semana, también se suprimirá la tercera valla.

De esta forma se va a poner fin a una de las medidas que adoptó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para intentar poner punto y final a la primera crisis de las vallas que padeció Melilla en 2005, así como la elevación de la altura del perímetro de tres a seis metros, que supuso la instalación de un entramado de cables de acero en la zona media del perímetro fronterizo.

Un gobierno de traidores que fomenta el “efecto llamada”

 

Grande-Marlaska se ha referido a la sirga tridimensional como «algo propio de la valla perimetral de Melilla», y su supresión se encuentra entre las modificaciones que el Ministerio del Interior desea acometer este año en el perímetro para lograr una frontera más segura, «y también más humana».

«No son conceptos completamente antagónicos, sino han de estar íntimamente unidos», ha defendido el ministro en su primera visita a Melilla, en la que ha insistido en que «las fronteras, para ser seguras, no deben usar medios cruentos, necesariamente, y menos en el siglo veintiuno, que es el siglo de las tecnologías y del avance».

También ha señalado que Marruecos, como Europa, «está enfrentando una presión migratoria relevante y le hace frente», puesto que de cada 5 inmigrantes subsaharianos que procuran llegar a Europa, «solo pasa uno» y el resto se quedan en los países de tránsito, como Argelia y «primordialmente Marruecos».

Ha aceptado el incremento «esencial» de la inmigración en España en 2018, como lo había hecho de forma «exponencial» en los años precedentes, y lo ha atribuido al desvío de los flujos migratorios y las mafias que trafican con humanos cara el Mediterráneo occidental por el cierre del Mediterráneo central.

España es el país europeo que más inmigrantes acoge llegados por el Mediterráneo

 

Ha señalado que en los últimos meses se han desmantelado «muchas mafias» y se ha reforzado la cooperación con países como Marruecos, Senegal y Mauritania.

En rueda de prensa, el ministro ha dicho que el Gobierno se ha propuesto lograr «una frontera más segura» y dotarla de «una inversión más oportuna» para facilitar el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no solo en lo referido al control, sino también en el objetivo de prestar un mejor servicio a los ciudadanos.

Ha aceptado que el volumen de tránsito diario de los pasos fronterizos de Melilla requiere una infraestructura y una logística esenciales que puedan facilitar el trabajo de la Policía y la Guarda Civil, aunque ha lamentado que «desde dos mil cinco no había ningún tipo de inversión en el perímetro y en el puesto fronterizo».

Es preciso recordar -no obstante-, que las cuchillas se instalaron durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, con una inversión de más de 12 millones de euros, que incluyó asimismo la colocación de «bayonetas» como espadas en los postes de las verjas. Después, el alambre tajante se reemplazó en Melilla por el sistema no lesivo de «triple sirga», aunque no en Ceuta.

Ahora están puestas en la parte marroquí, en el suelo, en todo el perímetro de la valla de Melilla; es la primera cosa que se encuentran los inmigrantes, pero esa competencia no es de España. Lo que sí compete a España son los 2 km de cuchillas que quedan en Melilla y los 8,2 km que hay en Ceuta.

El año en que Zapatero tomó esa resolución, por las vallas entraron cinco mil quinientos sesenta y seis personas. Entonces vino la espantada migratoria por la crisis, mas en dos mil trece se recobraron los flujos y el Partido Popular restituyó la concertina en Melilla. En dos mil catorce ya fueron siete mil cuatrocientos ochenta y cinco entradas ilegales, una alarma que el Ejecutivo deseó anular agregando, entre otros muchos, «mallas antitrepa» o bien rejas bajo el puente del Tarajal ceutí, donde en el mes de febrero murieron quince subsaharianos en un episodio trágico.

Redacción

Digital independiente de derechas

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