El falso cambio climático y la pobreza
"Sepan todos, que el llamado Cambio Climático no existe y que estamos ante una nueva religión para controlarnos y limitar nuestra libertad."
La religión climática trata de lograr varios objetivos siendo el principal, el de sojuzgar a la población bajo una premisa falsa. El cambio climático producido por el hombre es una premisa falsa y como religión que es, trata de anteponerse a las milenarias religiones como la cristiana, judaica y musulmana. Es una religión, porque es cuestión de fe. Es de corte inquisitorial, porque castiga y castiga a todos a los que la siguen y a los que no. Los sacerdotes de esta religión son los políticos globalistas y sus monaguillos los periodistas que la siguen y replican como loros, que hablan, pero no saben lo que dicen, y les da igual, porque les dan “cacahuetes” …
Está archidemostrado por la ciencia seria paleontológica, que a lo largo de la vida de la tierra (unos 4 500 millones de años) se ha pasado por diversas eras climatológicas, unas heladas y otras más templadas. Hoy nos quieren convencer de que por observaciones sesgadas de unos 100 años se pueden sacar conclusiones sobre lo que ha pasado a lo largo de 4 500 millones de años y lo que va a pasar.
La pregunta es por qué, esa es la clave. Y es muy sencillo. Los poderes globalistas quieren controlar a la población y han llegado a la conclusión de que la forma más efectiva es la religión. A lo largo de los siglos la religión ya sea una u otra, ha permitido controlar a los grupos de población y la política como tal, no ha sido efectiva. Ante ello, han inventado la religión climática, que como otras es una “cuestión de fe” y que supone castigos a los que no la sigan como en la inquisición (y también a los que la siguen) y que tiene unos “poderes eclesiásticos” que son los políticos globalistas. Cuando algún político se quiere salir de esa corriente, le llaman fascista, antisistema, negacionistas, etc. como ocurre con los presidentes de Hungría, Polonia o Italia.
En base a esa religión climática, quieren condicionar nuestra vida y limitar nuestras libertades, convirtiéndonos en gregarios y manejarnos de forma sencilla: si no haces lo que te digo, destruyes el planeta.
Los ejemplos ya los podemos observar de forma patente. Por ejemplo, limitan la posibilidad de circular por las ciudades poniendo etiquetas a coches que se compraron hace muchos años, aplicando una medida de forma retroactiva, ya que cuando se hizo esa inversión a nadie le dijeron que años después no podría circular. Esto por ejemplo lo aplica el Partido Popular (PP), supuestamente de derechas y que promueve la libertad…
Otro ejemplo es que obligan a poner la calefacción o el aire acondicionado a la temperatura que dicen estos poderes, en lugares privados como comercios, zonas de esparcimiento e incluso en viviendas particulares.
Otro ejemplo son los vehículos eléctricos. Para ello dedican ingentes cantidades para ayudar a los ricos a comprar este tipo de vehículos, dando subvenciones de hasta el 30% del precio de estos coches. Ese dinero es público, que sale de los impuestos de los pobres y clases medias a través del IVA que pagan por sus compras o del IRPF. Y esto lo hace un gobierno de extrema izquierda como el que gobierna en España actualmente.
Otro ejemplo es el sistema eléctrico que han impuesto en España y Europa. Este sistema promueve las energías “limpias” como la eólica que proviene del viento, o la solar. Estas energías tienen un gran problema: son variables, dependen de que tengamos viento o sol. Es decir, siempre van a hacer falta energías que no dependan de ese factor variable, pero aun sabiéndolo, ellos siguen transmitiendo que hay que llegar al 100% de energías limpias, cuando saben y sabemos, que eso es imposible. Pero además, se han inventado un impuesto a las emisiones de CO2 para promover esas energías y ese impuesto lo pagamos en el recibo de la luz todos. Pero además, como siempre harán falta fuentes de energía seguras y fiables, siempre dependeremos del carbón, gas natural y la nuclear para complementar a las renovables.
Pues bien, resulta que el gas natural lo tenemos que traer de países como Rusia o los países musulmanes, lo que constituye una dependencia de países turbulentos como hemos podido apreciar muchas veces. Cuando se producen crisis en esos países, muy frecuentemente, los precios se disparan por la escasez que se produce. Además, se organizan en alianzas como la OPEP para controlar los precios a su antojo. Recordemos que en Europa y en España hay reservas de gas natural que podríamos explotar y a lo que se niegan con una actitud hipócrita absoluta, ya que les parece bien que se explote en países en desarrollo, pero no en tu propio país. Increíble y sólo entendible en una religión sectaria.
Además, los poderes globalistas han impuesto un sistema de fijación de precios eléctricos en Europa que llaman marginalista y que consiste en que la última energía que entra en el sistema, que es la más cara, fija el precio de todas las demás, es decir, pagamos el pollo a precio de solomillo de ternera. Y esto lo hacen porque quieren, no hay ninguna obligación en hacerlo así.
En definitiva, la falsa religión climática nos empobrece, subiendo el precio de los combustibles, incrementado el precio del gas y la electricidad y eso no se olvide, se transmite a toda la cadena económica, por lo que se incrementa el precio de todo. Pero además, nos suben los impuestos para limitar nuestra capacidad económica. Nos quieren pobres y dependiendo de esos poderes globalistas que deciden a quien le va bien, por ejemplo, a los podemitas que han pasado de perroflautas a millonarios o socialistas como Bono, Felipe González, Zapatero, Sánchez y señora, etc. todos ellos millonarios.
Este sistema necesita de propaganda a su servicio, como bien hicieron los Nazis o los Soviéticos y comunistas en general. Para ello, tienen comprados a los grandes medios de comunicación sin excepción, a quienes les traspasan ingentes cantidades de millones de euros para que estén todo el día bendiciendo a los gobiernos globalistas y mintiendo permanentemente. Es muy curioso, que ningún medio de comunicación grande, sea crítico con el poder y solo surjan pequeños medios que lo hacen.
En este sentido, lo tienen cada vez más complicado porque las redes sociales son el medio habitual de informarse para los jóvenes y las personas más formadas. La TV solo queda para el rebaño lanar de escasa capacidad intelectual y que lo único que han leído en su vida, han sido comics o las facturas que les llegan.
Sepan todos, que el llamado Cambio Climático no existe y que estamos ante una nueva religión para controlarnos y limitar nuestra libertad. No hay más. Países supuestamente aconfesionales en Europa, deberían ser sancionados por regirse por esta nueva religión.
Recuerden que el “obispo” actual en España, Pedro Sánchez, se mueve en Falcon, un avión de super lujo y super contaminante para moverse como “Pedro por su casa…”, así demuestra palpablemente, que él como “gran sacerdote” puede pasarse las restricciones que impone a los demás, por el Arco del Triunfo. Eso sí, sin corbata… falsario el psicópata.