El Aquarius abrió la veda

 

El Open Arms es el menor de nuestros males, en España entran cada día más de 200 emigrantes. Eesto se está convirtiendo en un grave problema, porque ni se adaptan, ni trabajan, ni quieren hacerlo, solo quieren dinero.

Barcelona se ha convertido en una ciudad sin ley donde se producen violaciones, atracos y agresiones a diario, que por cierto los medios de comunicación ocultan, todo esto debido a una okupa metida a alcaldesa que es la ineptitud personificada, y a su policía autónoma que pagamos todos y no hace absolutamente nada.

A los menas se les da una paga que envían a su país de origen y allí sus familias viven como REYES, mientras ellos exigen más dinero y nos crean problemas. Algunos de ellos son mayores de edad, pero al ir indocumentados pasan por menores y aquí todos  a tragar.

Los emigrantes con la tarjeta sanitaria sacan toda clase de medicamentos sin coste alguno, que luego revenden en sus países de origen, en el mercado negro a precios desorbitados, y se enriquecen.

La ayuda humanitaria no se le puede negar a nadie, pero el gilipollismo en grado superlativo de nuestros políticos actuales tampoco.

No se ayuda dando dinero, eso es crear y fomentar a vagos y maleantes; se ayuda enseñando un oficio, nuestra cultura y nuestras costumbres, se supone que vienen aquí huyendo de sus miserias.

Hemos llegado a tal grado de estupidez que se sanciona a un muchacho por bañarse en una piscina con una camiseta, y se permite a una musulmana hacerlo en burkini. 

Tenemos montones de mezquitas, a ver quien tiene huevos de levantar una iglesia en sus países de origen. Tenemos que ser tolerantes cuando ellos son fanáticos, intolerantes y radicales.

La inmigración es necesaria, pero la invasión de vagos y vividores con la lección bien aprendida para que se les subvencione, es un error que nos va a costar muy caro.

Dejémos de ser tan buenos, tan generosos y tan tolerantes con gente que no lo merece, y vamos a reconocer que tenemos un grave problema.

Nuestros mayores son maltratados en residencias, nuestras mujeres violadas, las listas de espera en los hospitales interminables, desahucios inhumanos, y el dinero, nuestro dinero se nos escapa en mantener a gentuza sin escrúpulos  y aprovechada, entregado por estúpidos metidos a políticos.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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