El 5G en el punto de mira: España prefiere silenciarlo por negocios
Según los datos oficiales, la OMS “calificó la tecnología inalámbrica como cancerígeno del nivel 2B, una catalogación muy genérica (…) en la que se incluyen sustancias que se tienen como poco nocivas, como el café”. Sin embargo, desde ciertas organizaciones alertan de los potenciales daños que las ondas de telefonía móvil puede causar; la ONG Ecologistas en Acción emitió un comunicado en el que alertaba que: “la implantación del 5G se ha llevado a cabo sin evaluar sus posibles efectos sanitarios y ambientales, a pesar de los contundentes y numerosos llamamientos científicos a aplicar el principio de precaución”.
Pero, ¿cómo es posible que la propia OMS asegure que el 5G no es peligroso?
Según han denunciado activistas desde fronteras internacionales, el testeo que se realizó para garantizar ese resultado fue un tanto impreciso si se analizan las condiciones. En primer lugar, la prueba se ejecutó comparándose con lo que resultaría si alguien estuviera cerca de un teléfono móvil cargando su batería, catalogándose de inofensivo. Sin embargo, hoy en día hay tantos teléfonos inteligentes, tantas redes inalámbricas 3G, 4G…, junto con repetidores y antenas (así como conexión en espacios residenciales y comunes como vehículos, transporte público, centros comerciales, cines, parques etc), que sería erróneo considerar que sus desventajas equivalen a lo que supone ingerir un café. A esto hay que añadirle el carácter obsoleto del experimento: se hizo teniendo en cuenta las conexiones de la franja generacional de 1995 al 2000, algo que no encaja con la tecnología de los últimos años (2018-2020).
Este es el año de la tecnología futurística y, a la vez, del cuidado del medio ambiente tras una alerta de emergencia climática, algo que se contradice con la llegada del 5G, pues esta nueva generación requiere de extensas zonas despobladas de vegetación. Ya en agosto de 2018, se comenzó a talar en Sheffield la mitad de sus árboles; desde el periódico Ninanco explican el motivo: “Los árboles bloquearán las microondas 5G. Si Sheffield quiere disfrutar de la tecnología 5G, debe eliminar sus árboles. Junto con el Consejo de Rotherham se está invirtiendo una parte del dinero del Gobierno para probar el 5G, un total de 200 millones de libras”; el follaje bloquearía las señales del 5G, evitando así que traspasen.
Muchos usuarios afirman que irse de los núcleos urbanos es la solución definitiva, pero tiene un inconveniente: las antenas y repetidores 5G estarán en cualquier punto del mundo. Precisamente, dichos repetidores serán disfrazados de árboles y cactus sintéticos, para que no desentonen con la poca vegetación original que sobreviva a la tala compulsiva.
Parece ser que la naturaleza no tiene cabida en el mundo digital.
5G, el ‘nuevo chemtrail’: daños irreversibles en nuestro ADN y una Sociedad infértil
Nuestra propia naturaleza tampoco. El 5G puede ocasionar daños irreversibles a escala biológica y, por supuesto, en nuestro ADN, por lo que ha sido acertadamente apodado como “el nuevo chemtrail”. Dado a que es una tecnología que existe desde hace años y con origen militar, también deteriorará nuestra percepción. De hecho, en su momento era utilizada contra los enemigos para causarles todo tipo de problemas psicomotores, siendo más eficaz que una bomba de humo.
Las cajas y antenas complementarias a esta nueva generación de telefonía móvil no sólo tienen el peligro de que emitirán frecuencias al gusto de sus administradores, sino que podrán ser hackeadas y, por ende, modificadas conforme se le antoje a cualquiera que tenga unos conocimientos mínimos. Dichas cajas vendrán con un código de acceso disponible para los gobiernos, quienes podrán incrementar las frecuencias según su parecer.
No es la primera vez que los científicos explican que el ADN humano funciona como una antena fractal, capaz de enviar y recibir señales, las cuales son una forma de radiofrecuencia. A nivel artificial sucede lo mismo con torres de transmisión o telefonía, algo que también influye en nuestro ADN, pues transmite y registra señales biológicas. Precisamente, en Francia se prohibió el WiFi en los colegios bajo el argumento de causar autismo y de ser nocivo para el desarrollo del cerebro de los niños, y en medios como Russian Today expusieron abiertamente cómo el 5G se estaba implementando en la sociedad sin pruebas reconocidas sobre si es negativo o no.
Por otro lado, el Doctor Olle Johansson declaró que la radiación de las ondas del 5G provocarán graves problemas en futuros embarazos; en la quinta generación de seres humanos ya se vería afectado su ADN primario, trayendo así al mundo seres con deformaciones, debido a que sus bisabuelos –que serían los habitantes del Hoy, siglo XXI- ya contamos con daños en esperma y óvulos. Es decir, en el siglo XXII serán más que visibles los defectos que nuestra información genética ha ido acumulando, o al menos, en el pequeño porcentaje de la población que todavía pueda ser fértil.
Adicionalmente, el 5G será el responsable de una creciente expulsión de nanopartículas en el aire, las cuales, a su vez, permiten su energía. Es por esto que a los chemtrails se les exigirá un doble rendimiento: cuantas más estelas en el cielo, más posibilidades hay de que las ondas 5G se ajusten y puedan transmitirse de forma óptima por todo el mundo.
Controversia del 5G en otros países: bloqueado en Suiza y denunciado en EEUU
Suiza ha bloqueado el despliegue de la telefonía 5G hasta que se precise el impacto que este tipo de instalaciones tiene en la salud pública. Según medios como ABC, la decisión fue tomada tras la organización de “una verdadera cruzada de políticos y ciudadanos contra el despliegue de emisoras de ondas de tipo 5G” ya que supondría “un impacto permanente para la población”.
En lo que respecta al Senado de los EEUU, sólo los profesionales ajenos a la industria del 5G (congresistas, médicos, políticos) discreparon severamente de las supuestas ventajas que ofrecía esa nueva arma cibernética. Por ejemplo, el senador de Michigan, Patrick Goulbeck (profesional en tecnologías), Paul Eru (profesor de la Universidad, experto en epidemiologia y bioestadística, quien calificó el 5G de ser “antihumano”) o Martin L., profesor emérito de bioquímica y ciencias médicas en Washington que dijo que “al poner decenas de millones de antenas 5G sin ningún tipo de testeo de prueba biológica en seguridad y salud, se nos muestra la idea más estúpida que alguien ha tenido en la historia de la humanidad”, palabras que podrían ser reforzadas perfectamente por los estudios realizados por las organizaciones diferentes e independientes entre sí de las empresas promotoras del 5G, ya que alegan lo mismo.
Es más: Richard Blumenthal, senador de Connecticut, preguntó a los líderes de la industria si existía algún tipo de investigación independiente que desmontara los inconvenientes del 5G, llevándose una negativa como respuesta. Los representantes de las industrias privadas no quisieron tampoco dar más detalles.
Risas y burlas en las Naciones Unidas: todos se declaran ignorantes del tema y España cede ante presiones
Sobre España, hará unos pocos días que el Ayuntamiento de Barcelona retiró de su web un artículo crítico contra el 5G; Isabel Díaz Ayuso ha avanzado que el Gobierno regional hará todo lo que está en su mano para traer a la capital el Mobile World Congress. “Ayuso ha hecho referencia en sus declaraciones” comparten los medios digitales “al malestar de algunos empresarios del sector con un artículo publicado en la página web del consistorio barcelonés, ya retirado, que denunciaba los perjuicios que causa el 5G con el título ‘El 5G no es inocuo’ y que se incluía en el apartado del Àrea d’Ecologia, Urbanisme i Mobilitat de l’Ajuntament de Barcelona”.
No podemos contar, tampoco, con asesoramiento de las Naciones Unidas. Antonio Gutiérrez, el noveno secretario general de la ONU y conocido como un gran experto en materia digital, afirmó ser un ignorante cuando se le expuso cómo la radiación electromagnética excedía hasta cien veces los niveles permitidos, pues era “propio de armas de energía direccional o focalizada que ponía en riesgo el desarrollo de los niños y el medioambiente”. Seguidamente, en la sala hubo un estruendo de risas y burlas, y se accedió después a dejar el tema del 5G en manos de la OMS alegando “desconocimiento”, incluido el supuesto experto en tecnología electromagnética, quien también negó conocer el 5G y todo lo que conllevaba.
Estos datos son imposibles de encontrar desde España, pues lo expuesto aquí presente ha sido cuasi silenciado; todo lo contrario que en las fronteras internacionales, cuyos ciudadanos -particularmente militares y científicos- han cedido gustosamente a Internet. En este programa podemos encontrar más información al respecto.
Mi más sincera enhorabuena por este reportaje tan valioso y valiente como necesario. Que circule, por caridad