El 23 J. Ideas básicas para un tiempo nuevo

En las próximas elecciones del 23 J vamos a tener ocasión de decidir nuestro destino. Debemos ejercitar nuestro derecho al voto con absoluta responsabilidad histórica y con la mayor y mejor reflexión por nuestra parte. No tener claras las ideas, o tenerlas incorrectas, es el mejor camino para desaprovechar esta oportunidad de cambio. Hay que definir muy bien cuáles son las prioridades, para que la propaganda de “los de siempre” no nos haga torcer el rumbo.

Por ello, proponemos un breve esquema de las ideas que deben motivar nuestro voto y posteriormente dirigir nuestra acción política, si de verdad queremos un cambio radical de la actual situación sobre bases perdurables:

  • Defensa de los intereses de España y de los españoles.

– Defensa innegociable de la unidad de España, frente a las autonomías y los separatismos, que intentan destruir o menoscabar nuestra Patria.

– Estamos sufriendo las consecuencias de muchos años de políticas erróneas sobre España, que cada vez tiene menos soberanía, tanto interna (del Estado respecto de las regiones), como externa (más poder de organismos internacionales y lobbies globalistas); y menos capacidad de defender adecuadamente nuestros intereses como Nación.

– Defendemos un concepto integral de soberanía española, para recuperar en sus diferentes aspectos: industrial, económica, alimentaria, energética, comercial, y de política exterior.

Reafirmar el papel de España en el mundo: Defensa de la bilateralidad en Política Exterior, frente a la multilateralidad o a la sumisión a cualquier tipo de entes supranacionales.

– Políticas de Estado promotoras del patriotismo español y de la defensa de nuestros intereses de una forma eficaz y rentable para los españoles, con la misma intensidad al menos que las de otros países de nuestro entorno, en los que es inimaginable que permitan denigrar su Historia o cedan lo más mínimo en la defensa de sus propios intereses.

– Fortalecimiento del Estado. Sólo cuando el Estado tenga la capacidad adecuada será posible el resurgimiento de la vitalidad interna de la Patria y ejercer la Soberanía española.

– Defensa de nuestra Historia, nuestra Cultura y nuestras tradiciones.

– Defensa de la enseñanza del español en toda España, contra las actuales políticas lingüísticas discriminatorias.

– Revalorizar nuestra identidad, siendo estrictos en los requisitos de entrada de la inmigración para adquirir la nacionalidad española, o para perderla en caso de delito.

 

  • Ganar para la libertadtodos aquellos aspectos en los que las políticas socialistas han destruido la sociedad española durante décadas de ingeniería social.

 Calificativos aparte, el socialismo, siempre que ha gobernado, se ha caracterizado por:

Intervencionismo a ultranza y prácticas permanentes de ingeniería social.

– Estatismo: Inflación burocrática para atribuir el máximo poder para el Estado, que pasa a controlar la vida de los ciudadanos.

– Igualitarismo nivelador a ultranza en todos los aspectos de la sociedad.

Falacia socialista de la plusvalía, que propala la falsa idea de que “el pobre es pobre porque el rico se lo quita”, como si cada éxito de alguien fuera la causa del fracaso de otro, y por ello el Estado actúa “quitando a los ricos para dárselo a los pobres”. Al final sigue habiendo ricos -entre ellos los propios socialistas-, pero muchos más pobres a causa de la ruina de las clases medias.

Las políticas fiscal (con subidas constantes de impuestos), educativa, laboral (promoviendo el resentimiento y la lucha de clases), así como los valores y el lenguaje que usa el socialismo han perjudicado -cuando no destruido- a los sectores más dinámicos de las clases medias.

– El socialismo utiliza la enseñanza como un instrumento más de ingeniería social para adoctrinar y para promover de forma totalitaria políticas igualatorias por abajo, mediante la dirección de falsos expertos y controlado por el Estado.

– Siempre que el socialismo pasa por el poder, trata de perpetuarse en el mismo a cualquier precio. España se empobrece; el paro aumenta; se dispara la corrupción; nos inunda la propaganda sectaria; disminuye nuestra libertad; aumenta la dependencia internacional; y se produce la división entre españoles por razones de origen regional, de género, de clase social o por guerras pasadas. Lleva sucediendo así desde 1.982. Ya va siendo hora de cambiar de verdad.

 

  • Austeridad y ejemplaridad del gasto público. Una fiscalidad diferente.

Reducción a fondo del despilfarro del Estado (Ministerios, gastos innecesarios, burocracia, organismos, chiringuitos, subvenciones políticas, exceso de cargos políticos y asesores).

– Utilizar sistemas de control y auditoría permanente de los Presupuestos de las administraciones públicas. Absoluta transparencia presupuestaria.

Eliminación de todas las subvenciones “políticas” de los siguientes grupos y de las actividades que desarrollan: partidos, sindicatos, patronales, asociaciones de género, de vecinos, consumidores, ecologistas, guerracivilistas, prensa privada (campañas aparentemente institucionales, anuncios, suscripciones), ONGs o colectivos inventados. Lo mismo con los cargos digitales, puertas giratorias y chiringuitos de todo tipo. Reducción del gasto de TVs públicas y empresas públicas.

– Auditar con rigor las duplicidades administrativas entre las distintas administraciones: estatales, autonómicas y locales, para reducir al máximo los organismos o administraciones redundantes.

Reducción drástica de impuestos, actualmente en niveles confiscatorios. Eliminar todos aquellos casos en los que se recauda un “impuesto sobre impuesto”.

– Acabar con el déficit crónico de nuestras cuentas públicas y alcanzar la estabilidad presupuestaria.

 

  • Desterrar totalmente la corrupción. Transparencia y limpieza en toda la Administración del Estado.

 – El coste de la corrupción en España no es fácil de calcular. Se cifra en unos 90.000 millones de euros anuales.  Es desolador. Debemos tener tolerancia cero y ser implacables frente a cualquier tipo de corrupción o corrupto.

– Acabar con la influencia de la oligarquía partidista que quiere apropiarse de todos los ámbitos del poder, y con las redes clientelares y tramas corruptas asociadas a los partidos del sistema. Lo hemos visto claramente en esta legislatura y en las anteriores: hay políticos de todos los partidos imputados, en la cárcel, y otros indultados vergonzantemente, y se tiene la sospecha fundada de que la corrupción real es mucho mayor que la que sale a la luz.

– Desarrollar sistemas que hagan imposible la corrupción. Incrementar la vigilancia sobre todos los procesos de contratación pública.

– Independencia judicial. Hay que despolitizar la Justicia para que tenga la máxima independencia del poder político.

 

  • Seguridad para garantizar nuestra libertad.

 – Intensificar al máximo la lucha contra la ocupación, los tráficos, las tratas, la venta sin permisos y la eternización en nuestro suelo de inmigrantes ilegales, fenómenos todos ellos que incrementan las tasas de delincuencia y la inseguridad en nuestras calles. Endurecimiento de todas las penas relacionadas, y mayor agilidad en la solución de estos problemas.

– Defensa de nuestras FCSE en su difícil labor para la persecución de todos los delitos.

– Para tener una verdadera seguridad de las personas en todo el ámbito de la familia y personal hay que eliminar las leyes divisivas e ineficaces (Viogen, del “sí es si”) y promover leyes que contemplen de forma integral la violencia intrafamiliar.

– Fronteras seguras frente a las avalanchas de la inmigración ilegal, para evitar al máximo las posibles entradas de terroristas o delincuentes internacionales.

 

  • Espíritu social

– En favor de ampliar los beneficios de la pertenencia social a quienes no han conseguido adquirirlos por sí mismos, porque sus propios esfuerzos no les bastan para alcanzarlos. Pero evitando crear multitudes de “eternos dependientes” del Estado que se prolongan por generaciones, y contra el uso del Estado como mecanismo de ingeniería social para modelar un igualitarismo confiscatorio exacerbando los resentimientos sociales y creando una inmensa burocracia.

– Defensa de la familia natural, como núcleo básico de la sociedad y como primer refugio de toda persona.

– Defensa de los diferentes ámbitos y estamentos de nuestra sociedad, tanto de su libertad como de su protección: trabajadores, autónomos, profesionales, cuadros, funcionarios cualificados, pequeñas empresas o familiares, sector primario, pensionistas, economía social.

– Política de vivienda, con la eliminación de impuestos y abaratando el precio del suelo quitando cesiones abusivas, con una nueva política urbanística que permita agilizar las normativas y trámites para modificar los usos del suelo, de forma que sea rápido y sencillo conseguir el estatus de urbanizable, con el objetivo de hacer más asequible la vivienda a amplios sectores de población.

 

  • Tener bien presente qué valores defendemos:

 – Ética provida: Defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

– Defensa de los valores cristianos, en la línea que señala el punto 570 del Compendio de la Doctrina Social Católica: Cuando en ámbitos y realidades que remiten a exigencias éticas fundamentales se proponen o se toman decisiones legislativas y políticas contrarias a los principios y valores cristianos, el Magisterio enseña que « la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. »”

“En el caso que no haya sido posible evitar la puesta en práctica de tales programas políticos, o impedir o abrogar tales leyes, el Magisterio enseña que un parlamentario, cuya oposición personal a las mismas sea absoluta, clara, y de todos conocida, podría lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de dichas leyes y programas, y a disminuir sus efectos negativos en el campo de la cultura y de la moralidad pública. Es emblemático al respecto, el caso de una ley abortista. Su voto, en todo caso, no puede ser interpretado como adhesión a una ley inicua, sino sólo como una contribución para reducir las consecuencias negativas de una resolución legislativa, cuya total responsabilidad recae sobre quien la ha procurado.” (fin de la cita).

– Armonía frente a conflicto, igualdad de oportunidades frente a asimetrías por razón de territorio, género o grupo social. Derogar toda aquella legislación que sea divisiva o que provoque luchas innecesarias entre españoles, como las leyes de Memoria Democrática, Leyes de género, etc; promover la igualdad real entre los españoles frente al caos legislativo autonómico. Apostar siempre por políticas que promuevan la unión, la equidad, así como la armonía y la solidaridad entre los españoles.

Promover en todos los ámbitos de la educación y de nuestra Cultura los valores de responsabilidad individual, coherencia, respeto, esfuerzo, mérito, promoción de la excelencia, sacrificio personal, espiritualidad, patriotismo, justicia, honradez y ganas de trabajar, para que estemos en condiciones de dejar una España mejor a las futuras generaciones.

– Defensa de las libertades reales y concretas:

 

  • Incrementar en todos los ámbitos los espacios de libertad de la sociedad civil para que pueda prosperar su autonomía, defendiendo la libertad de las diferentes asociaciones, o cuerpos intermedios, frente a la idea de la “sociedad planificada”, evitando cualquier tipo de dirección estatal o planificación centralizada. Las Administraciones públicas están, como su nombre indica, para administrar el Bien Común, no para dirigir nuestra vida. No permitamos que ninguna Administración, llena de políticos burócratas, dirija nuestras vidas o quiera controlar nuestros grupos sociales de pertenencia.

 

  • Favorecer en muchos sectores (Enseñanza, Sanidad, Pensiones, Servicios, etc.) la coexistencia y complementariedad de los sectores público y privado con verdadera libertad de elección por parte de los usuarios. Con muchos servicios públicos se puede establecer la forma más idónea de gestionarlos, pública, privada o mixta. Cuanta más libertad se deja a las personas para elegir (en sanidad, enseñanza, pensiones, servicios, etc.), son más eficientes las prestaciones.

  

Patriotismo, contra las políticas socialistas, austeridad en el gasto y bajadas de impuestos, contra la corrupción, por la seguridad de los españoles, espíritu social, valores.

 Sólo vemos con capacidad para llevar a la práctica política las ideas anteriormente expuestas a VOX.

Julio García de Durango

Estudioso desde siempre de temas ambientales, políticos y económicos; dedicado a renovar nuestro ideario, con la intención de crear un proyecto sugestivo para la España del siglo XXI. Ingeniero Civil. Experto en Planificación y Cost Control. La batalla cultural y de las ideas es permanente, y en ella debemos concentrarnos.

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