Desmontando las acusaciones a VOX: inconstitucionalidad, ideología de género, etc
Dicen las malas lenguas que VOX es un partido antisistema, populista radical, comparándolo así con Podemos y nacionalismos periféricos, como el independentismo vasco o catalán. Califican a VOX como un partido o formación política inconstitucional, pues dicen que sus políticas violan y vulneran derechos y libertades básicas, como son la igualdad de género, la libertad sexual o la libertad religiosa.
Personalmente, pienso que esto no son más que falsedades y embustes con un solo propósito, deslegitimar y demonizar a este partido político, mediante una campaña basada en el insulto y la descalificación, fomentando el odio contra esta formación para ocultar la verdadera razón que les mueve a hacerlo, que no es otra que el miedo que tienen al auge y expansión de dicha formación o partido político (VOX).
Intentaré argumentar lo que digo, analizando algunos puntos de su programa, más concretamente los que hace referencia su supuesta inconstitucionalidad.
Punto n°6 de su programa: Transformar el Estado de Autonómico en un Estado de Derecho unitario, que promueva la igualdad y la solidaridad, en vez de los privilegios y la división. Como primer paso o paso previo, piden la devolución inmediata al Estado de las competencias de educación, sanidad, seguridad y justicia, limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica.
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Punto n°9 de su programa: Derogación de la ley de memoria histórica, pues ningún parlamento está legitimado para definir el pasado de un país, y menos aún cuando se excluye a los ciudadanos que difieren o disienten de sus definiciones en materia ideológica.
Punto n°62 de su programa: Garantizar el derecho a ser educado en la lengua nativa o materna, en todo el territorio nacional. La lengua nativa debe ser siempre la vehicular u obligatoria, y las cooficiales deben de ser las opcionales. Los padres deben tener el derecho a elegir la lengua de la educación de sus hijos.
Punto n°70 de su programa: Derogación de la ley de violencia de género y de toda norma que discrimine un sexo de otro. Y en su lugar, promulgar o fomentar una ley de violencia intrafamiliar, la cual debe y tiene que proteger por igual a ancianos, niños, hombres y mujeres. Supresión de organismos feministas radicales subvencionados. Persecución efectiva a las denuncias falsas. Y protección del menor en los procesos de divorcio.
Después de este rápido y a la vez exhaustivo y concienzudo análisis de los puntos que más concretamente hacen que se les califique de inconstitucionales, puedo afirmar con rotundidad que mejorando el punto n°6, pues todo en la vida está expuesto a una posible mejora, no creo que se vulnere ningún derecho ni valor fundamental o básico. Es más, me atrevo a decir que, al contrario de vulnerarlos, se defienden.
La verdad, tanta mentira está poniendo muy difícil no votar a VOX.
Esta campaña de odio creo que no va a cumplir los objetivos o expectativas de los que la fomentan, si no que se van a revertir en una campaña favorable y gratuita, la cual hará del auge de VOX un fenómeno imparable; muy al contrario, de los impulsores o propiciadores de esta campaña, rastrera por sus formas y DEMAGÓGICA POPULISTA en sus objetivos, los cuales, en mi modesta opinión tienen un recorrido cuanto menos cortoplacista.
VOX viene para quedarse. Podemos llegó, tocó fondo, y pasará como cualquier moda, el comunismo, o socialismo bolchevizado de Sánchez, nunca han causado empatía, más bien rechazo.
Gracias a Dios, una gran mayoría de nuestra sociedad utiliza el sentido común y está formada por gente decente, honrada y trabajadora; es gente de valores y principios, gente que no es manipulable, gente como tú y como yo. Lo que la ha frenado hasta ahora ha sido, sin duda, ese miedo a no hacer lo políticamente correcto o lo que se espera que hagan. Por ese miedo al que dirán, de los presos ideológicos que creen todavía en esa doctrina, que es el comunismo, y el totalitarismo.
La sociedad actual o una gran mayoría, ya no tiene miedo a los estereotipos o las frases hechas. Y ese, y no otro, es el verdadero motivo de la izquierda para descalificar a sus oponentes políticos o ideológicos, con campañas basadas en el ODIO. Ese miedo que antes tenían sus oponentes, se ha revertido hacia ellos.
Pues es una verdad que, «EL ODIO ES EL ENGENDRO DEL MIEDO».