Desafío separatista del PNV. Vascongadas 1934
En el verano de 1934 el PNV lanzó un importante desafío contra el gobierno central republicano y anunció la convocatoria de unas elecciones ilegales en las provincias vascas para el 12 de agosto.
En el verano de 1934 el PNV lanzó un importante desafío contra el gobierno central republicano y anunció la convocatoria de unas elecciones ilegales en las provincias vascas para el 12 de agosto. El motivo era en teoría renovar las Diputaciones Forales que estaban dirigidas por gestoras desde varios años antes y también protestar contra una ley agrícola supuestamente centralista, el Estatuto del Vino.
El Presidente del Gobierno era entonces el político valenciano Ricardo Samper del Partido Republicano Radical, que rápidamente declaró que esas elecciones eran ilegales y no podían hacerse. Samper intentó negociar con el PNV incorporar concejales nacionalistas a las Diputaciones pero el PNV mantuvo el desafío y anunció su voluntad de hacer esas elecciones costara lo que costara. El PNV publicó un manifiesto de tono separatista y racista que empezaba diciendo: “Baskos, recordad lo que valen las ofertas solemnes de esta mezcla de razas, monstruo tirano España, opresor de hombres ilustres como Cuba, Republicas americanas, Filipinas o Cataluña”…
El 12 de agosto Bilbao amaneció tomada por secciones de la Guardia Civil de Caballería, camiones de Asalto y de la Guardia Civil con ametralladoras instaladas frente al Ayuntamiento. El alcalde, el republicano Ernesto Ercoreca, intentó entrar en la sala de sesiones, pero se encontró al jefe de la Brigada Social, el Comisario Adolfo Aparicio. Estas son algunas de las frases que cruzaron.
-“Yo soy el alcalde y no me va a usted impedir entrar”
-Usted ya no es alcalde, está destituido por orden del Gobernador Civil.
-Ya lo veremos. Se abre la sesión. Se inicia la votación.
-Aquí no vota nadie.
En ese momento entraron unos 50 guardias de Asalto (la Polícia Nacional de la época). Los concejales y el alcalde fueron detenidos. Según los datos del Gobernador Civil, D. Ángel Velarde la polícia impidió en cada pueblo las votaciones. Sólo 25 pueblos de los 115 de Vizcaya llegaron a votar y fue a las 6 de la mañana y en tabernas. 50 alcaldes fueron detenidos.
El PNV intentó reaccionar ante el fracaso convocando una nueva asamblea ilegal de parlamentarios y alcaldes vascos y catalanes en Zumárraga, Guipuzcoa. El Gobierno envió 500 guardias de Asalto para impedirla al mando del Teniente Coronel Muñoz Grandes, (que 7 años más tarde, ya como General, estuvo al mando de la División Azul en Rusia). La Asamblea no se celebró al impedir la polícia el acceso a los políticos, aunque se dejó que unos pocos dirigentes del PNV junto con el líder socialista Indalecio Prieto hicieran un pequeño discurso en el Ayuntamiento.
Pero los incidentes más graves tuvieron lugar en Guernica. El 4 de septiembre los parlamentarios encabezados por el dirigente del PNV, José Antonio Aguirre, futuro “lehendakari”, junto con miles de manifestantes “abertzales” llegaron a la villa vizcaína donde se les unió la mayor parte del vecindario hasta sumar 3500 personas. Los políticos y manifestantes intentaron entrar en la Casa de Juntas de Vizcaya, pero Guernica estaba tomada por 100 polícias que lo impidieron. Los manifestantes empezaron a lanzar piedras contra los guardias protegidos por una primera fila de niños y mujeres vestidos con trajes vascos. Los guardias de Asalto se vieron obligados a cargar con dureza y finalmente detuvieron a decenas de personas y les arrebataron sus “ikurriñas”
El desafio del PNV para apoderarse de las instituciones vascas por la fuerza, terminó con casi 50 alcaldes inhabilitados y con fuertes multas. Así se las gastaba la II República, en su etapa de gobiernos de centro derecha, con las consultas ilegales. Ya entonces, el PSOE puso al lado del racista PNV.