De los Cobos acusa a Trapero de «inacción» y de poner «palos en las ruedas» el 1-O
El coronel de la Guardia civil manifiesta que de haber podido, habría destituido a Trapero.
El coronel de la Guardia Civil y responsable del dispositivo policial para impedir el 1-O, Diego Pérez de los Cobos, ha declarado esta mañana en la Audiencia Nacional que no creyó que los Mossos d’Esquadra llegarían a tal nivel de «inacción» y ha afirmado que si hubiera tenido mando habría impuesto su criterio al mayor Josep Lluis Trapero, al que ha acusado de entorpecer el operativo para impedir la votación ilegal.
De los Cobos ha usado la expresión «poner palos en las ruedas» para definir la actuación de Trapero.
De este modo lo ha afirmado De los Cobos en su testifical en el juicio en la Audiencia Nacional al mayor Trapero, quien se enfrenta a una petición de once años de prisión por un delito de rebelión por su actuación durante la celebración del referendum ilegal del 1-O.
Trapero, en su declaración de la semana pasada, manifestó que la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) Mercedes Armas, que les ordenó impedir el 1-O, informó a los mandos policiales que el dispositivo «único y conjunto» que había establecido estaría «dirigido y dirigido» por De los Cobos. Esto ha sido negado en el día de hoy por el coronel Pérez de los Cobos quien ha manifestado que su función se limitó a coordinar a los cuerpos policiales, y ha añadido que vio a Trapero «alineado» con el Govern de Puigdemont.
«¿Usted cree que (si hubiese tenido mando) habría permitido que Trapero estuviera discutiendo conmigo en esa reunión delante del convocante del acto ilegal sobre los criterios de actuación? No habría permitido ninguna discusión y habría impuesto mis criterios, radicalmente opuestos a los suyos», ha exclamado De los Cobos.
Conforme el testigo, «en ningún caso» habría tolerado esa discusión ni que Trapero no asistiese a las asambleas de coordinación a las que le convocó, ni que el veintinueve de septiembre el mayor elaborara unas pautas de actuación «con criterios antagónicos» con los de la Secretaría de Estado de Seguridad. «Eran como el blanco y el negro», ha destacado.
Según el coronel de la Guardia Civil, el dispositivo que estableció Trapero para el 1-O tuvo varios elementos que fueron «ineficaces», «perversos» e «inapropiados», como por ejemplo la activación de un número de efectivos «insuficiente» o un «sistema de generación de refuerzos laberítinco» o que no se activaran a las unidades antidisturbios de los Mossos.
El coronel de la Guardia Civil pone también en duda el plan de detención del expresidente catalán Carles Puigdemont que esgrimió el mayor de los Mossos, como prueba de su predisposición a hacer cumplir la ley, y ha asegurado que Trapero estaba «completamente alineado con los argumentos de los que habían convocado el referéndum».
El coronel ha manifestado que tiene «muchas dudas» de que los Mossos d’Esquadra hubieran sido los receptores de una orden judicial para Puigdemont dada la falta de confianza que había hacia ese cuerpo policial tras el 1-O.
Desavenencias entre Pérez de los Cobos y Trapero
Como hizo cuando declaró en el juicio del procés ante Tribunal Supremo, Pérez de los Cobos ha vuelto a relatar sus desavenencias con Trapero desde el instante en que la Fiscalía Superior de Cataluña acordó designarle coordinador del dispositivo policial para el cumplimiento de las instrucciones dictadas por ese órgano para frenar el referéndum.
En una primera reunión en la Fiscalía Superior, celebrada el veintiuno de septiembre, Trapero manifestó que su nombramiento le parecía una injerencia en las competencias de los Mossos y advirtió de que no iba a permitir que Pérez de los Cobos ejercitara ninguna autoridad sobre la Policía autonómica.
El fiscal superior José María Romero de Tejada, fallecido meses después, le explicó entonces que se trataba de una tarea de coordinación, «no de mando», y que eso no ponía en duda las competencias de la Policía catalana.
Tras esa reunión, el fiscal le entregó a Pérez de los Cobos la hoja de ruta para el 1-O elaborada por los Mossos y que le había dado Trapero y, tras estudiarlo, habló con Romero de Tejada de la «no pertinencia» de ese plan, «que parecía más orientado a cubrir un acontecimiento legal, unas elecciones, que a lo que se había ordenado, que era impedir una actividad ilegal».
El veinticinco de septiembre, Pérez de los Cobos convocó una reunión de coordinación y ya entonces no compareció Trapero, que mandó en su sitio a su segundo, el comisario Ferran López. Desde ese instante, Trapero no asistió a ninguna de las reuniones de coordinación convocadas por él, aunque sí lo hizo a las convocadas en Fiscalía. El coronel se tomó esas ausencias de Trapero como un «desaire» o «desprecio» hacia él.
Habría destituido a Trapero, de haber podido
El coronel ha querido dejar claro que a pesar de las renuencias del mayor, no tuvo ningún mando sobre los Mossos d’Esquadra, y ha añadido que si lo hubiese tenido la primera cosa que habría hecho hubiese sido destituir a Trapero por el hecho de que estaba «de manera permanente poniendo palos en las ruedas».
«Los que ya antes me hacían de menos ahora pretenden hacerme de más y atribuirme una función de mando que no me correspondía».
Trapero estaba alineado con Puigdemont
Sobre la reunión extraordinaria de la junta de seguridad del veintiocho de septiembre en la Generalitat ha relatado que, frente a la insistencia de Puigdemont, y del consejero de Interior, Joaquin Forn, de que lo esencial era defender la convivencia ciudadana, les respondió que lo más simple para eso sería desconvocar el referéndum.
Puigdemont le respondió que sabía lo que debía hacer, ha añadido Pérez de los Cobos, a quien sorprendió que Trapero no solicitara al president que desconvocase la consulta, algo que Trapero ha asegurado en el juicio que sí hizo. De ahí que Pérez de los Cobos considerara que Trapero estaba «completamente alineado con los argumentos de los que habían convocado el referéndum».
Pérez de los Cobos ha declarado que si en un comienzo tenían la confianza de que los Mossos iban a actuar para impedir el referéndum, tras esas reuniones comenzaron a albergar desconfianza «que se fue incrementando por esa actitud renuente», sobre todo por parte de Trapero, aunque ha asegurado que «jamás consideramos que se llegaría a ese nivel de inacción» y define la actitud de los Mossos como «vergonzante, resignada e, incluso, complaciente».