Cuando los sectarios gobiernan
Siempre es deseable que el buen gobierno se asiente sobre aquellos que sean los más preparados, dada la responsabilidad que tienen sus actos sobre el conjunto de la sociedad.
Con el gobierno de España de la etapa del socialista Sánchez, hemos podido comprobar qué sucede, si en lugar de gobernar con los más preparados, se gobierna con gente indocumentada y sobre todo muy sectaria.
El ejemplo de la llamada ley del “solo si, es si” del ministerio de igualdad de las sectarias de Podemos, quienes mantienen a Sánchez en el poder, es un ejemplo rotundo. A 31 de marzo de 2023, 978 presos con delitos sexuales han visto reducidas sus penas y se han producido 104 excarcelaciones.
La motivación de la misma es técnicamente falaz, ya que ley previa del código penal ya contemplaba el consentimiento al que tanto apelan los socialistas y comunistas, en un ejercicio de marketing político dirigido a ciudadanos que no tienen la menor idea de derecho penal.
Es decir, de nuevo el socialismo y comunismo demuestra su peor cara, haciendo marketing político, mintiendo a la ciudadanía y causando graves perjuicios a las víctimas.
Ahora a la vista de las elecciones locales y próximamente generales, el jefe del gobierno (que siempre ha defendido a su ministra podemita del ministerio de igualdad), aparece en medios para pedir “perdón”. En política se asumen responsabilidades y en caso contrario es un perdón falso, como todo lo que adorna al gobierno actual. Si no hay ceses, no hay perdón real.
La posición del gobierno en materia energética es otro ejemplo de sectarismo y de nuevo esas medidas producirán gravísimos perjuicios a la población, si posteriormente el próximo gobierno no lo cambia. Nunca hemos tenido los precios del gas y la electricidad a los niveles que estamos sufriendo, debido también, hay que decirlo, a la necedad y sectarismo ambiental de la Unión Europea.
Sectarismo es también apoyar la prohibición de venta de coches de combustión en 2035, cuando Europa tiene un peso irrelevante en las emisiones de gases de efecto invernadero mundial (un 8%) y cuando el impacto de los vehículos privados europeos, apenas llega al 1% a nivel mundial. Y eso hoy, ya que China y el resto de países en desarrollo cada vez van teniendo un peso superior, de forma y manera, que la incidencia de Europa será insignificante. Sabiendo eso, los políticos del gobierno español apoyan una medida que destrozará la industria automovilista española y sus puestos de trabajo. De nuevo el sectarismo y la necedad se unen para perjudicar a los ciudadanos.
Sectarismo es permitir y promover la inmigración ilegal que drena los recursos de los nacionales, quienes pagan los impuestos, para entregarlos a inmigrantes que no solo no aportan nada positivo a la sociedad, sino que a la larga producen gravísimos problemas de delincuencia (acallada por el gobierno) y problemas de integración, dado que en gran medida sus culturas son antagonistas de las nuestras.
Sectarismo es atacar a las empresas y empresarios, (véase Repsol, Iberdrola, Ferrovial, Mercadona, Inditex…) que son los que crean riqueza y puestos de trabajo. En una economía de libre mercado está fuera de contexto el atacar a las empresas y como hacen, imponerles impuestos arbitrarios como han hecho. Esta deriva de corte populista, comunista ha llevado a que alguna empresa haya tomado la decisión de trasladar su sede a otro país europeo.
Sectarismo es invocar emergencia climática, cuando el jefe de gobierno se mueve en falcon hasta para ir de vacaciones.
Sectarismo es incrementar el gasto político improductivo (asesores, ministerios más que nunca, embajadas catalanas en el exterior, compra de votos vía ayudas populistas, y un largo etcétera) generando la mayor deuda pública de la democracia que será una lacra para próximas generaciones y gobiernos futuros.
Sectarismo es no saber legislar con conocimiento técnico solo en pro de un marketing político basado en la mentira y en el desconocimiento de la población, ayudado por medios de comunicación comprados y a su servicio, véanse las leyes del “solo si es si”, ley trans, ley de bienestar animal, abolición de ley de sedición y abaratamiento de la ley de malversación.
Sectarismo es colocar a ministros socialistas en el Tribunal Constitucional eliminando de facto la separación de poderes que exige un país que se llame democrático.
Sectarismo es que la fiscalía del Estado sea la fiscalía del gobierno y opere a sus órdenes.
Sectarismo y quizá delito es, que la presidenta del parlamento borre los registros de visitas del corrupto socialista Tito Berni para entorpecer la labor de la justicia.
El cúmulo de barbaridades legislativas de este gobierno de socialistas y comunistas, con la presión de sus socios separatistas y terroristas es de tal magnitud, que si no llega pronto otro gobierno que las modifique toda la supervivencia de España está en riesgo absoluto.
Lo de España actualmente es aberrante, debido a la incultura y sectarismo de la población; ya se encargan a través del ministerio de educación de reducir el nivel de exigencia educativa y de los medios de comunicación comprados, que bombardean a los borregos ignorantes cual gota de agua interminable que orada la roca.
La esperanza es que en las próximas elecciones a fin de año VOX tenga la fuerza de votos suficiente, al menos la que tiene ahora, para promover que el PP (supuesto vencedor) haga todas las reformas que hay que hacer. Porque el PP en solitario, ya sabemos que no lo hará.