Comienza la retirada de las concertinas de la valla de Melilla
El Ejecutivo ha empezado a retirar la sirga tridimensional, un entramado de doce km de cables de acero que discurre entre las 2 vallas.
El Gobierno ha empezado a retirar en Melilla la sirga tridimensional de la valla perimetral que la separa de Marruecos. El entramado -instalado en el 2006-, tiene doce kilómetros de cables de acero y discurre entre las 2 vallas de 6 metros de altura. Las concertinas fueron instaladas tras las entradas masivas de extranjeros que se sucedieron durante el año 2005.
La instalación que ahora va a ser retirada, tuvo un costo de 20 Millones de Euros y cuenta con sistemas físicos y de alta tecnología para dificultar el paso de los inmigrantes.
La sirga recorre 9,9 Km. de perímetro y se prolonga desde Aguadú hasta el dique sur, con un cable de acero trenzado que suma una longitud -destrenzado-, 1.200 Km. El sistema lleva asociadas unas cámaras que advierten cualquier movimiento cercano a la valla y permite, desde el centro de control de la Guarda Civil, identificar si se trata de personas, automóviles o animales.
Al parecer, tras la retirada de las concertinas, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska tiene intención de instalar un nuevo sistema, pero hasta el momento se desconocen sus características.
A pesar de los muchos impedimentos que se instalan para evitar la entrada de inmigrantes ilegales, muchos de ellos logran el objetivo de superar la valla y en ocasiones, como hemos denunciado desde estas páginas, lo hacen con gran virulencia. El pasado verano, coincidiendo con un asalto masivo, 52 inmigrantes consiguieron saltar la valla y se emplearon con gran violencia contra los agentes de la Guardia Civil, contra quienes se enfrentaron cuerpo a cuerpo, lanzándoles incluso piedras y garfios. De hecho, seis de los agentes tuvieron que atendidos con heridas de diferente consideración.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil ya ha denunciado en innumerables ocasiones las graves carencias de efectivos humanos y medios materiales que se constatan a la hora de defender la valla fronteriza. Es más, según sus cálculos, faltan al menos 300 agentes para hacer frente a las tareas de seguridad así como material adecuado para garantizar la integridad física de los agentes tales como material antidisturbios y chalecos anti trauma.
Asimismo, apuntan que es necesario perfeccionar los protocolos de actuación que funcionan a pie de valla al objeto de evitar sucesos de gravedad o la adopción de decisiones que después sean consideradas erráticas.