Carta de una madre católica
Por Polonia Castellanos
Hoy es Domingo, pero ES POSIBLE QUE NO PUEDA ENTRAR EN MISA con mis hijas, y tengo que explicarles que es porque así lo han decidido una señora y un señor de la Junta de Castilla y León (Casado e Igea), no estoy segura de que mis hijas lo comprendan, aunque son realmente inteligentes, porque realmente yo tampoco lo entiendo.
¿Cómo explico a mis hijas que esta señora y este señor, Verónica Casado y Francisco Igea, a los que pagamos todos unos buenos sueldos con nuestros impuestos, son capaces de incumplir la ley con el afán de que muchos católicos, hoy domingo, nos quedemos sin ir a misa?¿Cómo explico a mis hijas que Casado e Igea se quieren meter de semejante manera en nuestra vida privada?
Pero sobre todo, cómo explico a mis hijas que Casado e Igea nos prohíben ir a misa para no contagiarnos, limitando a 25 personas la Catedral de Valladolid, pero al mismo tiempo las obliga a ellas el miércoles a empezar el colegio y van a estar en una clase reducida 23 personas, y en patio varios cientos de personas? ¿Cómo explico que de eso Casado e Igea no se han preocupado ni lo más mínimo?
La lógica de los niños es aplastante, y comprenderán que a Casado e Igea, ellas y todos los niños que empiezan el colegio este miércoles les dan exactamente igual, les da igual que enfermen o que contagien a sus padres y abuelos, no han hecho absolutamente nada con ese buen dinero que nos quitan para dárselo a ellos.
También supongo que les dan igual que se contagien o mueran los cientos de personas que fueron a hacer la compra ayer u hoy en Carrefour o el Corte Inglés, permitiendo que hasta abran excepcionalmente este domingo y sin limitar aforo alguno.
Mi hija de 8 años entendió rápidamente que no se trataba de proteger la salud de las personas, son demasiadas contradicciones hasta para ella, sino de poner problemas a celebrar nuestra fe.
También quizá digan Casado e Igea, que ellos también son católicos, igual que lo era el Ministro Maura mientras ardían Iglesias y profanaban cadáveres de religiosos, con su tácita aquiescencia.
Pero lo que sí puedo enseñar a mis hijas es a pelear, a que la familia, la fe y la patria se defienden sobre todo frente a políticos cobardes y mediocres, y a que cuando se lucha del lado de Dios la victoria siempre es nuestra.
Adjunto a esta carta mi denuncia como católica y como madre en la que responsabilizo a Casado e Igea de por un lado prohibir ilegalmente ejercer nuestro derecho a la libertad religiosa y por otro lado, les responsabilizo de las consecuencias de que miles de niños empiezan el colegio el miércoles y de todos los consecuentes contagios y fallecimientos, ante lo que no han mostrado el mismo afán que en limitar y casi prohibir las misas.
Para el que quiera defender a su familia y a Dios la presente en comisaría o en el juzgado.
Fdo. Polonia Castellanos Flórez