Cáncer: tratamiento y estado de ánimo
En España cada año se diagnostican 277.000 cánceres cada año. Los más frecuentes son de pulmón, mama, colonrectal y próstata
El cáncer es una enfermedad que hace que un grupo de células del organismo crezcan de manera anómala e incontrolada. Si no se trata, el tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo diseminándose a otros órganos y tejidos.
Aproximadamente se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrá cáncer en algún momento de su vida. Cada año se diagnostican en España –según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, en su informe “Las cifras del Cáncer 2020”– unos 277.000 nuevos casos (en el mundo más de 14 millones de casos nuevos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes al año). Los principales cánceres diagnosticados a nivel mundial son de pulmón (11,6%), mama (11,6%), colonrecto (10,2%) y próstata (7,1%)
Cáncer y conducción
Más que hablar del cáncer se debe hablar de pacientes o personas diagnosticadas de cáncer, ya que las situaciones son muy diferentes, no solo por el órgano afectado, sino por la evolución, sintomatología, tipo de tratamiento, aparición o no de efectos secundarios… Cada caso es distinto y, por tanto, también la influencia que el proceso pueda tener en la capacidad para conducir.
En el tratamiento del cáncer se utilizan, básicamente, tres tratamientos (cirugía, fármacos y radioterapia), en función del caso (tipo de cáncer, localización, estadio…) se utilizara uno u otro, o varios.
Cada uno de estos tres tratamientos –cirugía, radioterapia y quimioterapia– puede producir efectos secundarios que pueden alterar la capacidad para conducir y que esta aptitud no sea la más adecuada.
En ocasiones, aun sin efectos secundarios del tratamiento, un estado de ánimo depresivo, de ansiedad o la existencia de alteraciones del sueño en el paciente aconsejan que, en ciertos momentos, este evite ponerse al volante. Todos estos aspectos habrán de ser valorados de forma individual.
Contaminación y cáncer
A largo plazo, la contaminación se ha reconocido como productora de cáncer de pulmón, como lo es el tabaco, y también tiene efecto sobre enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares situándose en el noveno lugar como factor de riesgo cardiovascular por encima de factores como la escasa actividad física, la dieta alta en sodio, colesterol alto, y el consumo de drogas.
Los humos emitidos por los tubos de escape de los coches contienen una parte gaseosa (CO, NO2, componentes volátiles orgánicos, nitrógenos e hidrocarburos aromáticos policíclicos) y una parte sólida o particulada –las ya famosas PM, iniciales de Material Particulado–, que pueden ser de distintos tamaños (carbón orgánico, ceniza, sulfatos, metales, etc).
• Alimentación y dieta.
• Actividad y ejercicio físicos.
• Radiaciones o exposición a sustancias cancerígenas.
• Determinadas infecciones.
• Fatiga, cansancio, falta de aire o tos.
• Sangrados o hemorragias imprevistas.
• Pérdida de peso repentina o falta de apetito.
• Dolor.
• Complicaciones al tragar, al orinar o al realizar cualquier otra necesidad fisiológica.
• Sudores nocturnos intensos.
• Cambios en un lunar o manchas en la piel.