Burka, Nikab, Hiyab, Chador lo mismo me da, que me da lo mismo
Reza el dicho, que «Donde fueres haz lo que vieres» y eso es lo que se debe hacer, aceptar y respetar las costumbres de los lugares que visitas, o donde has elegido que vas a residir.
Esto se aplica como norma de conducta en cualquier país, excepto en nuestra querida y revuelta España.
Aquí llegan los emigrantes musulmanes según algunos, refugiados de guerra, y amÉn de no adaptarse a las normas de convivencia o a las costumbres del lugar de acogida, agreden, atacan, violan, roban, intimidan e imponen.
En los colegios no se debe comer cerdo, los médicos que visitan a las musulmanas deben ser mujeres, las mujeres deben ir protegidas por un velo sea cualquiera de los que exige su religión, las mujeres son violadas, y degradadas al máximo por estos degenerados, porque para ellos no valen nada.
Cuando cualquier mandatario de cualquier país europeo visita un país de religión musulmana, las primeras damas llevan el consabido velo, o se descalzan, si visitan alguna mezquita, respetando siempre las costumbres del lugar.
Cierto es, que la excepción confirma la regla, y Marine Le Pen es la única que no ha cubierto su cabeza con un Chad, no le aplaudo el gesto, hay que demostrar respeto por las creencias del país visitado.
Tanta permisividad nos ha llevado a donde estamos, ver a una mujer con un burka, a mi me sigue dando miedo, ver a una mujer intentando colocarse el chador continuamente para que no se le vea el pelo, me produce rabia, y ver a unas niñas con el ombligo y el culo casi al aire, pero con el cabello cubierto por un chad me produce perplejidad, no quiero sentirme extraña en mi tierra, ni acosada por gente que ni me respeta ni me quiere.
Así que me niego rotundamente al Burka, al Nikab, al Hiyab y al Chador.