Apuntes sobre las elecciones. Por Pío Moa
"La mitad de los votos de Ayuso corresponden al PP y la otra mitad deberían corresponder a VOX".
El nivel político de la campaña electoral ha sido ínfimo, a base de palabrería y desplantes. Apenas han pesado los problemas de fondo de la sociedad madrileña como parte de la española: la degradación de la democracia y la unidad nacional con las leyes de memoria, de género, el golpe de estado permanente, la degradación educativa…
Si acaso, un dato positivo ha sido el fin, al parecer, de la epidemia de respeto a lo irrespetable. Debe empezar el respeto a lo que sí lo merece.
Creo que la mitad de los votos de Ayuso corresponden al PP y la otra mitad deberían corresponder a VOX. Pues Ayuso ha adoptado el tono, y en parte el discurso de VOX. Si ha sido un engaño o corresponde a una realidad, se verá pronto: el Mequetrefe del Master pretende capitalizar esos votos. Veremos si Ayuso le deja. O ella termina rompiendo con el PP, o el PP la absorberá.
El votante del PP es especialmente fanático y necio. Ha comprobado año tras año, decenio tras decenio, que sus contenidos políticos son los del PSOE y los separatismos. Pero no le importa, le sigue votando. Como quien apoya al Barsa o al Real Madrid.
La alegría por el fracaso del Moñitos es pura folclorada. Más Madrid es lo mismo que Podemos, aunque se lleven personalmente mal los dos jefecillos. Y los dos han aumentado, incluso Podemos, más que VOX. Lo realmente positivo ha sido el descenso de la banda del Doctor.
Notas menores
A destacar la agresividad de las chicas y el estilo modosito y “femenino” de lo chicos. En la era lgtbi.
Mal síntoma: la medalla de oro y el abrazo de Ayuso a la chica de las cremas, la bailarina lgtbi en dúo con Carmena.
Doble usurpación: Ayuso ha recogido muchos votos de Vox, y el Mequetrefe del Máster se las promete muy felices usurpando los de Ayuso
El Tezanos dice que Ayuso tiene “escasa entidad intelectual”. No como él, que siendo socialista cuenta con ciento cuarenta años de entidad intelectual. Y de honradez. Como el Doctor, dicho sea de paso.
Según la Arpía García, “las mujeres estamos hartas de hacer el trabajo sucio para que, en los momentos históricos, nos pidan que nos apartemos” Es justo al revés. El trabajo sucio (muy sucio, creando el engendro Mas Madrid), lo hizo el tal Errejón, que es quien se aparta para dejar sitio a García.