Alsasua: los mismos perros con los mismos collares
La madrugada del miércoles al jueves se celebraba en Alsasua la fiesta de los quintos, el día de Santa Águeda.
Hasta aquí todo perfecto y todo en orden, si no fuera porque la fiesta se celebraba en Alsasua, y allí viven los energúmenos. Esos energúmenos que no respetan ni toleran a la Guardia Civil, según ellos un cuerpo invasor y opresor. Madre mía qué enfermos están.
Estos mamarrachos violentos cortaron la calle con varios contenedores sobre las seis de la mañana, y claro está, se avisó a la policía autónoma, pero por esas casualidades de la vida, (o sea, porque serían avisados con anterioridad) dos agentes de la Guardia Civil ya se encontraban en el lugar de los hechos cuando llegó la Ertzaintza.
Los agentes pidieron a los violentos que se identificaran, cuando una veintena les atacaron con violencia; una de las bestias atacó con patadas a uno de los agentes por la espalda, modus operandi de los violentos e intolerantes cachorros independentistas, dejándole malherido e imposibilitado para desarrollar su trabajo.
Qué casualidad que fuera la misma calle y frente al mismo bar donde años atrás atacaron a dos Guardia Civiles y a sus parejas, con total impunidad y colaboración de los presentes.
Lo más increíble de esta situación, es que tanto los violentos catalanes como los violentos vascos secesionistas e intolerantes, tienen un trato de favor contra los delitos cometidos contra la Guardia Civil, distinto a cualquier otro sitio de España.
Las autoridades quitan hierro al asunto y dicen que no fue ningún linchamiento.
A otro perro con ese hueso, estos son los cachorros de aquellos perros.
