¡Adiós, Ximo Puig!
Pues desde 1983, nada menos cuarenta años, ya llevas viviendo de la política, y eso es demasiado tiempo para la época actual, en la que se necesita sabia nueva y sobre todo regenerada y sin contaminar.
Aparte de esto, la realidad es que su gestión ha sido muy negativa para la Comunidad Valenciana, al estar marginado por Sánchez desde que no le votó en sus primarias del PSOE, y eso lo estamos sufriendo, día a día, todos los valencianos.
Tenemos una financiación paupérrima desde hace muchos años, que está produciendo unos significativos atrasos en infraestructuras importantes para la región.
El Corredor Mediterráneo avanza a paso de tortuga, cuando es vital para el desarrollo de toda la costa mediterránea.
El valioso trasvase Tajo-Segura nos lo han recortado descaradamente y nos lo quieren compensar con las indeseables y contaminantes desaladoras.
En los Presupuestos Generales del Estado, se nos degrada repetidamente, siendo Alicante la última provincia de España en asignación presupuestaria.
El gobierno central no cuenta con Valencia para las nuevas Agencias estatales.
Además, Puig se ha dejado catalanizar, asediado por sus socios del gobierno tripartito, y está empeñado en aplastar el castellano, sin respetar que es una Comunidad bilingüe.
Y por si esto no fuera poco, está la cuestión de la corrupción que le está acorralando por los casos Oltra, Azud, y sobre todo por el de su hermano Francis Puig.
Y ya la última ocurrencia, totalmente electoral, ha sido a tres meses de las elecciones, tratar de rebajar el listón electoral del 5 al 3 % para poder acceder a los escaños del parlamento valenciano, para así no perder a sus pequeños pero importantes socios, que son los que realmente le mantienen en el poder.
Pero como quiero ser honesto en mi juicio político sobre Ximo Puig, tengo que admitir que lo mejor de su gestión, ha sido conseguir la gigafactoría de Volkswagen para Sagunto, por lo que al menos en parte ya ha saldado la cuenta de estar viviendo tantos años del erario público, que ya está bien.