Abascal advierte: «Nuestro Estado de Bienestar no puede resistir un momento más la invasión»

En su perfil de Twitter, Santiago Abascal publica un hilo comentando las preocupantes cifras de la inmigración ilegal: más de 164.000 inmigrantes han entrado de forma ilegal a nuestro país desde la llegada de Sánchez al Gobierno.

Los progres de todos los partidos, los medios de comunicación, las multinacionales cómplices y los sindicatos vendeobreros llevan años alentando la inmigración ilegal. Ha llegado el momento de desmontar su relato.

En primer lugar, la invasión migratoria genera enormes problemas de inseguridad, se pongan como se pongan los guardianes de la corrección política.

Los vecinos de Melilla, Arguineguín, El Ejido, Salt o Villaverde están hartos de escuchar sermones de los palmeros del poder.

Mientras en las tertulias cantan las bondades de un mundo sin fronteras, los españoles de a pie hablan de violaciones, menas, okupaciones, robos y bandas callejeras.

Las pateras no pueden seguir siendo el caballo de Troya gracias al cual entran en España los peores criminales.

En segundo lugar, la inmigración ilegal también representa un problema para la convivencia. Que nos perdonen, pero el modelo que queremos no es ni el de Molenbeek, ni el de Amsterdam ni el de los 100 barrios franceses donde impera la sharia.

En sus discursos vacíos tal vez suene fabuloso, pero la realidad para millones de españoles es que el multiculturalismo trae consigo yihadismo, imanes radicales, matrimonios concertados, intolerancia hacia mujeres y homosexuales, formación de guetos o ablaciones del clítoris.

En tercer lugar, la política de puertas abiertas perjudica a los más humildes. La inmigración ilegal acapara ayudas que necesitan nuestras familias y es utilizada por poderosos sin escrúpulos para tirar abajo los salarios y hundir las condiciones laborales de los ciudadanos.

Un país con 3 millones de parados, ERTEs, familias enteras en las colas del hambre y falta de estabilidad en el empleo no puede permitirse el lujo de seguir importando miles de inmigrantes ilegales al año

Nuestro Estado de Bienestar no puede resistir un momento más la invasión

En conclusión, urge defender con determinación nuestras fronteras, pues solo así podremos garantizar ley y orden en nuestras calles, tranquilidad y seguridad para nuestra gente, la continuidad de nuestro estilo de vida y la prioridad nacional en el acceso a ayudas sociales.

Redacción

Digital independiente de derechas

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