A los padres de Pedro Sánchez
Les dirijo esta súplica, para que al igual que a los niños pequeños después de mucho regañarles para que no hagan una cosa fea, al final tienen que darles un cachete para que reaccionen y se den cuenta de que están haciendo algo malo, esto es lo que tienen que hacer con su Pedrito, para evitar el suicidio político de su hijo, que está decidido a dar un salto al vacío, del que con toda seguridad no va a poder sobrevivir.
Siendo lo más lamentable, de que a pesar de no tener ellos ninguna culpa, lo cierto es que si este personaje lleva a término su maquiavélico plan, inevitablemente también les va a salpicar a ellos la oleada de indignidad que va a arrollar a su hijo.
Nunca, pero nunca es nunca, un presidente de España pudo caer tan bajo, como para enterrar de un plumazo la armonía que siempre, desde la Constitución de 1978, reinó en España, y sobre todo teniendo en cuenta que los independentistas son una ridícula minoría comparados con toda la España soberana.